miércoles, 18 de julio de 2007

"Si lo tuviera enfrente lo volvería a matar'

Narra los hechos el homicida
Tierra Blanca.- Según el Titular de la Agencia del Ministerio Público, Héctor Arturo Hernández, el sujeto Lino Juárez Martínez, presunto asesino de Rodrigo Morales Anaya, de 71 años de edad, podría alcanzar hasta 70 años de prisión por el delito de tortura y homicidio calificado, pues con lujo de detalle, el detenido por la Policía Ministerial confesó cómo entre él y su hermano Marcelino privaron de la vida al septuagenario, a quien antes le cercenaron una oreja y lo golpearon hasta matarlo.
"A las nueve y media de la noche del sábado, llegamos mi hermano y yo con un six de cerveza y nos lo tomamos en la trituradora, donde trabajo como vigilante y ahí le comenté a mi hermano que Rodrigo me andaba reportando porque yo agarraba unas 'páchara' para andar jugando y me dijo mi hermano 'qué te parece si le partimos su madre de una vez' y le dije pues yo creo que sí, porque si no me va a seguir chingando la madre.
"Agarramos y le hablamos y salió pero con un machete, y como éramos dos, uno lo agarró y le quitamos el machete y lo tiramos y lo agarramos a golpes, de ahí lo agarré y mi hermano le voló la oreja con una navaja", narraba con lujo de detalle el asesino.
Al continuar con su relato, señaló que a su víctima se la llevaron caminando de la trituradora hasta el pozo "Mi hermano le iba pegando de patadas y golpes, y cuando no caminaba pues también le daba yo sus patadas y él nos suplicaba que lo perdonáramos o que lo perdonara yo, que ya no lo volvería a hacer; y pues lo llevamos caminando hasta el pozo y como lo llevábamos a puro golpe por el camino, antes de llegar al pozo llegó muerto y lo aventamos de cabeza entre los dos al pozo", confesó Lino Juárez Martínez.
"Después de que echamos el cuerpo al pozo, regresamos por la bicicleta y sus pertenencias y las tiramos en el puente de Río Blanco como a las 4 y media de la mañana, para amanecer domingo y el cuerpo lo echamos al pozo como a las 2 de la mañana y de ahí mi hermano se fue para La Tinaja y regresó como a las 9 de la mañana a la casa y como a las 2 y media salió, mientras que yo regresé después de que matamos a Rodrigo a la trituradora".
Los Policías Ministeriales escucharon cómo el asesino del septuagenario daba a conocer el odio que le tenía a su víctima, pues en ningún momento demostró el arrepentimiento de su crimen.
"Estoy consciente de lo que hice y lo vuelvo a hacer porque me andaba reportando cosas que no tenía que andar reportando, porque yo agarraba la máquina 'la páchara' para hacer limpieza en la quebradora y él me reportaba que me la pasaba yo jugando, que quería yo aventar la máquina a un voladero. Y de plano lo odiaba, lo que es derecho y lo que está hecho está hecho y no me puedo echar pa' tras", terminó con su confesión Lino Juárez Martínez.
El detenido ya contaba con antecedentes de intento de violación hacia sus hermanos y de lesiones hacia una persona que presumiblemente perdió la vista después de haberlo golpeado salvajemente, en complicidad con su hermano, por lo que se consideraban sujetos de alta peligrosidad.
Agencias

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