Antonio Herrera /El Mundo de CórdobaPor la carga de esfuerzo y por la avanzada edad, una mujer murió el pasado martes por la noche en el hospital, luego de complicaciones a su salud, esta mujer había sufrido un desmayo al igual que seis más mientras esperaban realizar su trámite de Oportunidades.
El excesivo calor del auditorio, el ayuno, la debilidad de una mala alimentación son suficientes para que personas de edad se desvanezcan en la espera de su turno, en su mayoría mujeres que aguantan poco, pero en general adultos mayores que ayer acudieron a recibir su apoyo son los que han estado en este riesgo.
Una mujer de nombre María Faustina Fernández de 62 años murió luego de ser llevada al Hospital Integral de Tezonapa en donde murió por la noche por complicaciones en el corazón, originaria de la localidad de Presidio de donde vino a renovar su holograma para recibir sus apoyos.
Al igual que ella, el pasado martes se desmayaron en la espera seis personas, fatigadas y desesperadas fueron atendidas por la ambulancia y recibieron la atención médica necesaria.
Honoria Domínguez Cuadrado, enlace municipal de Sedesol explicó que a las personas que están enfermas se les da prioridad, pero que son tantos que es imposible atender a los adultos mayores, al igual que Honoria, una decena de trabajadores se apuran en un asfixiante calor que los desgasta en jornadas de más de 12 horas.
“Sé que aquí hace mucho calor, pero no tengo otro lugar en donde atenderlos, si los llevo al parque sería peor porque el sol está muy fuerte y no hay personal suficiente para atender a tantos”, aseguró.
Tan sólo ayer estuvieron en el municipio más de 3 mil personas que venían de diversas comunidades de la sierra y del valle y todos tenían que esperar para ser atendidos en un mar de gente que se desesperaba por el calor.
Hasta el medio día, ya se habían desmayado tres personas, una mujer se había desvanecido a causa de un ataque epiléptico y otras más desganadas se sentaban en el piso, ante la imposibilidad de pasar pronto.
Aunque esto es común, ya que la debilidad de las personas cede ante la circunstancias propias del calor y la fatiga, es la primera vez que una persona muere, las complicaciones de llevar estos programas a los que más lo necesitan es por la cantidad de personas que están en estos programas y que tienen que bajar hasta la cabecera desde sus comunidades de origen.
El excesivo calor del auditorio, el ayuno, la debilidad de una mala alimentación son suficientes para que personas de edad se desvanezcan en la espera de su turno, en su mayoría mujeres que aguantan poco, pero en general adultos mayores que ayer acudieron a recibir su apoyo son los que han estado en este riesgo.
Una mujer de nombre María Faustina Fernández de 62 años murió luego de ser llevada al Hospital Integral de Tezonapa en donde murió por la noche por complicaciones en el corazón, originaria de la localidad de Presidio de donde vino a renovar su holograma para recibir sus apoyos.
Al igual que ella, el pasado martes se desmayaron en la espera seis personas, fatigadas y desesperadas fueron atendidas por la ambulancia y recibieron la atención médica necesaria.
Honoria Domínguez Cuadrado, enlace municipal de Sedesol explicó que a las personas que están enfermas se les da prioridad, pero que son tantos que es imposible atender a los adultos mayores, al igual que Honoria, una decena de trabajadores se apuran en un asfixiante calor que los desgasta en jornadas de más de 12 horas.
“Sé que aquí hace mucho calor, pero no tengo otro lugar en donde atenderlos, si los llevo al parque sería peor porque el sol está muy fuerte y no hay personal suficiente para atender a tantos”, aseguró.
Tan sólo ayer estuvieron en el municipio más de 3 mil personas que venían de diversas comunidades de la sierra y del valle y todos tenían que esperar para ser atendidos en un mar de gente que se desesperaba por el calor.
Hasta el medio día, ya se habían desmayado tres personas, una mujer se había desvanecido a causa de un ataque epiléptico y otras más desganadas se sentaban en el piso, ante la imposibilidad de pasar pronto.
Aunque esto es común, ya que la debilidad de las personas cede ante la circunstancias propias del calor y la fatiga, es la primera vez que una persona muere, las complicaciones de llevar estos programas a los que más lo necesitan es por la cantidad de personas que están en estos programas y que tienen que bajar hasta la cabecera desde sus comunidades de origen.
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